Un día al llegar a clase nos encontramos esta carta.
No teníamos ni idea de qué se trataba y estábamos muy intrigados por saber quién nos habría dejado esa carta.
La seño la abrió y nos leyó lo que ponía.
Nos pusimos muy contentos por tener una misión tan especial y empezamos a seguir las órdenes que nos había dejado la paleontóloga y lo primero que hicimos fue buscar las pistas que nos había dejado en la seño de la silla.
Las abrimos entre todos y la seño las pegó en la pizarra para ir leyéndolas.
La misión salió perfecta. Todos los grupos aguardaron su turno en silencio, todos participaron y disfrutaron un montón y encontramos todos los fósiles.
Para mí fue uno de los momentos que mejor me lo he pasado en clase, no tiene precio ver sus caras de ilusión cuando se divierten.